Hoy le vamos a
introducir un término
que todos conocen,
al menos en la práctica.
Se llama bancarrota
post-decembrina
y es
un mal del que todos
hemos padecido en
muchos eneros.
Y la bancarrota
post-decembrina es
culpa de que
pensamos que
demostrar amor es lo
mismo que gastar
mucho dinero en
regalos de Navidad.
En la época navideña
pareciera que nos
soltaran el freno:
las tiendas están
llenas de mercancía
nueva y
deslumbrante, lista
para ser comprada.
El espíritu
consumista es
contagioso y es fácil
comenzar a gastar
aquí y allá, tanto
en regalos como en
diversiones múltiples,
adornos para la
casa, comidas
especiales y mil
diversiones por el
estilo.
Así que para
Navidad le
recomendamos dos
cosas: la primera,
que si no sabes lo
suficiente de
alguien como para
darle un regalo que
sepas le va a
encantar, no le
compres nada.
Te aconsejamos comenzar
a hacer una lista,
cerca de dos semanas
antes de diciembre,
de todas las
personas que
agasajarás de una u
otra manera.
Piensa qué puedes
darle a cada una. Te
recomendamos regalos
muy personales,
regalos que
conlleven un mensaje
significativo.
Recuerda que no
estarás comprando
un regalo para ti,
sino recordándole a
tus seres queridos
que estás pensando
en ellos. |
|
Por cierto, hay
alternativas prácticas
-y más baratas- que
un objeto material:
una cena hecha por
ti mismo, flores,
una conversación
amable. Son gestos
igual de importantes
que dicen lo mismo:
te importa la
persona.
La segunda, que
hagas un presupuesto global, y definas cuánto vas a gastar a partir
de allí. Define exactamente cuánto quieres gastar en tu mamá o tu
hermana y no te excedas más de lo planificado
Hagas lo que hagas, no uses tu tarjeta de crédito
para financiar tus regalos de Navidad.
Ese presupuesto para regalos que hiciste
debe tener como objetivo gastar parte de
tu sueldo de ese mes, o el bono
navideño. Nunca uses tus ahorros ni te
endeudes con tu tarjeta por un
compromiso social.
La mejor manera de
evitarlo: retira del
banco el dinero que
vas a usar en
regalos y no saques
ni un centavo más.
No hay mejor manera
de mantenerte en
cintura.
Y un consejo
adicional: patea la
calle. Se consigue
los regalos más
increíbles
deambulando por
lugares insólitos.
Una vez compré una
guía turística
sobre Nueva York
para una amiga que
siempre soñó
mudarse a esa ciudad
para estudiar cine.
Le encantó.
Avances
co$tosos,
con
tarjetas
de
crédito,
la forma
fácil de
tener
dinero
en
efectivo,
pero hay
que
tener
mucho
cuidado.
finanzaspersonales.com.co
Los
avances
de
efectivo
con
tarjetas
de
crédito
son un
medio
para
obtener
liquidez.
Sin
embargo,
son
costosos
y no
conviene
hacerlos
para
gastos
cotidianos.
Los
colombianos
usan
cada vez
más sus
tarjetas
de
crédito
para
realizar
avances
de
efectivo.
Durante
los
últimos
12 meses
, los
usuarios
de
dinero
plástico
han
realizado
avances
de
dinero
por un
valor de
$5,7
billones,
un 27%
más que
el año
inmediatamente
anterior.
Además,
el 27%
de las
veces
que se
utiliza
la
tarjeta
de
crédito,
se hace
para
realizar
un
avance.
Estas
cifras
muestran
un
significativo
crecimiento
frente a
2002,
cuando
se
hicieron
avances
por $1,5
billones
a
precios
de hoy,
y la
tarjeta
se
utilizó
para
este fin
el 15%
de las
veces.
Este
creciente
uso se
puede
deber a
que
muchos
usuarios
podrían
estar
acudiendo
a su
cupo en
las
tarjetas
de
crédito
como
medio
para
obtener
liquidez
y
financiación
ante la
restricción
para la
colocación
de
nuevos
créditos
por
parte de
los
bancos,
debido
al
fuerte
incremento
del
endeudamiento
y la
morosidad
de los
hogares.
Sin
embargo,
esta
decisión
los está
llevando
a acudir
a una de
las
fuentes
de
financiación
más
costosas.
La tasa
de
interés
efectiva
anual
por
adelantos
de
efectivo
está en
la
actualidad
en
alrededor
del 33%,
bordeando
la tasa
máxima
permitida
y muy
por
encima
de otras
posibilidades
de
financiación
como el
crédito
de libre
inversión,
el cual
tiene
mayor
plazo de
financiación.
Además,
hay
otros
costos
asociados
como el
cobro
por el
avance
que
depende
del
canal
escogido,
lo que
podría
hacer
que el
costo
total de
la
transacción
sobrepase
el 40%.
Por
esto, la
principal
recomendación
de
expertos
como
Alfredo
Barragán,
consultor
financiero,
es que
"la
tarjeta
de
crédito
es un
cupo de
disponibilidad
permanente
y en tal
sentido
lo mejor
es
atender
a la
mayor
brevedad
el
avance
realizado
y dejar
el cupo
libre.
Antes de
usarlo
analice
en qué
va a
invertir
el
efectivo".
Liquidez
costosa
El
avance
en
efectivo
es
considerado
un
préstamo,
no una
compra
de
mercancía.
Por esto, el interés comienza a acumularse de modo inmediato y sin
un periodo de gracia, como en las compras diferidas a un mes en
donde la mayoría de los bancos no cobra interés.
En el
avance
se
empieza
a pagar
tan
pronto
se
dispensa
el
dinero.
Además,
usualmente
la tasa
de
interés
es más
alta.
Por
tanto,
no
realice
avances
en
efectivo
para
hacer
compras
que
igual
podría
hacer
con su
tarjeta
difiriendo
el pago
a un mes
sin
intereses.
Los
avances
en
efectivo
se
pueden
realizar
desde el
30%
hasta el
100% del
cupo
disponible
de su
tarjeta
de
crédito
y se
difieren
automáticamente
desde 6
hasta 36
meses,
dependiendo
de la
entidad.
Revise
las
políticas
de su
entidad
antes de
realizar
cualquier
transacción
(lea el
contrato
de su
tarjeta
y
pregunte).
Por
ejemplo,
conozca
la forma
como los
pagos
son
aplicados
en la
cuenta.
Cuando
usted no
paga el
monto
total de
la cuota
mínima,
la
mayoría
de
entidades
le da
prelación
a la
deuda
que
tiene
por las
compras
efectuadas,
por lo
que la
deuda
del
avance
queda
sin
pagar, y
los
intereses
-que son
más
altos-
siguen
corriendo.
Esto
también
aplica
cuando
usted
paga un
monto
superior
a la
cuota
mínima,
creyendo
que le
ayudará
a
disminuir
la deuda
del
avance.
Como se
mencionó,
el costo
del
avance
también
dependerá
del
canal
que
utilice
para
realizarlo:
oficina,
cajero,
teléfono
o
internet.
Por
ejemplo,
si es
por
cajero
automático
tiene un
precio
alrededor
de
$3.200
y,
además,
tendrá
un tope.
Por lo
tanto,
hay que
realizar
varios
retiros
con su
correspondiente
cargo
por
retiro
lo cual
encarece
la
transacción.
Pero si
se hace
en un
cajero
que no
pertenece
a la red
del
banco el
costo es
cercano
a los
$6.500
por
transacción.
Si se
hace por
teléfono
o
internet,
en
algunos
casos no
hay
cobro o
es
pequeño
y además
se puede
retirar
la
totalidad
del cupo
disponible
para el
avance.
Optimice
el uso
de los
canales.
Por
tanto,
evite
utilizar
los más
costosos
como
podrían
ser los
cajeros
automáticos
y el
cajero
humano.
Sobre
todo,
los de
otras
redes
diferentes
a las de
su
banco.
Los
avances
con
tarjetas
de
crédito
no
acumulan
millas,
lo que
es otra
desventaja
frente a
utilizar
los
plásticos
para
compras.
Por
último,
hay que
recordar
que las
tarjetas
de
crédito
tienen
todas
una
cuota de
manejo
que
generalmente
se cobra
trimestralmente
y que
está
actualmente
alrededor
de
$40.000.
Señales
Finalmente,
depender
de
avances
en
efectivo
y/o
utilizarlos
regularmente
es una
señal de
que está
al borde
de un
serio
problema
financiero
y que le
falta
planeación
financiera.
Si lo
hace,
considere
los
ítems
anteriores
para
maximizarlo.
Los
adelantos
en
efectivo
son tan
tentadores
que
algunos
consumidores
se
convierten
en
víctimas
de la
trampa
del
crédito
y en
poco
tiempo
se
encuentran
en un
círculo
vicioso
del cual
no
pueden
salir.
Si su
flujo de
caja
está muy
ajustado,
recuerde
que los
avances
normalmente
van
hasta un
máximo
de 24
meses,
si
requiere
quedar
mas
holgado,
es mejor
un
crédito
de libre
inversión
a más
plazo y
en su
mayoría
a menor
tasa,
afirma
Barragán.
Los
avances
se
pueden
asimilar
al cupo
de
sobregiro
en
cuanto
deben
cubrirse
a la
mayor
brevedad
posible
y dejar
el cupo
para
emergencias.
¿Que
sabe
usted
acerca
del
dinero?
Una
de
la
razones
por
las
cuales
los
ricos
se
hacen
más
ricos,
los
pobres
se
hacen
más
pobres,
y la
clase
media
lucha
con
las
deudas,
está
relacionado
con
lo
que
se
nos
ha
enseñado
acerca
del
dinero.
La
mayoría
de
nosotros
aprendemos
de
nuestros
padres,
acerca
del
dinero
y
¿qué
puede
un
padre
pobre
decirle
a
sus
hijos
sobre
el
dinero?
Sencillamente
le
dice:
continúa
en
el
colegio
y
estudia
intensamente.
El
joven
podrá
graduarse
con
excelentes
calificaciones,
pero
con
un
esquema
mental
y
una
programación
financiera
de
persona
pobre,
eso
fue
aprendido
cuando
el
joven
era
un
niño.
El
tema
del
dinero
no
se
enseña
en
las
escuelas.
La
escuela
se
enfoca
en
las
habilidades
profesionales
y
curriculares,
pero
no
en
habilidades
financieras.
Esto
explica
porqué
banqueros,
doctores
y
administradores
que
se
graduaron
con
excelentes
calificaciones,
puedan
estar
luchando
financieramente
durante
toda
su
vida.
Nuestra
tambaleante
deuda
externa
se
debe
en
gran
parte
a
políticos
con
buena
formación
y
oficiales
de
gobierno,
que
toman
decisiones
financieras
con
poco
ó
nada
de
entrenamiento
sobre
el
tema
del
dinero.
La
razón
por
la
cual
el
pensamiento
positivo
por
sí
solo
no
basta,
es
por
que
la
mayoría
de
la
gente
fue
al
colegio
pero
nunca
aprendió
como
funciona
el
dinero,
de
manera
que
pasan
sus
vidas
trabajando
por
el,
de
tal
manera
que
se
convierten
en
esclavos
del
dinero.
Por
eso
las
causas
principales
de
pobreza
ó de
las
luchas
financieras,
son:
el
miedo
y la
ignorancia.
Si
el
miedo
a no
tener
suficiente
dinero
surge,
en
lugar
de
salir
corriendo
a
conseguir
un
trabajo
a
fin
de
ganar
unos
pocos
pesos
para
mitigar
el
miedo,
deberías
hacerte
esta
pregunta,
¿es
ese
trabajo
la
mejor
solución
a
largo
plazo
para
ese
miedo?
. Un
empleo,
realmente
es
una
solución
a
corto
plazo
para
un
problema
a
largo
plazo. Hay
que
expandir
la
visión.
La
información
que
usted
ha
leído
no
pretenden
ser
respuestas
si
no
pautas
indicadoras.
Nuestro
deseo
al
incluir
esta
sección
de
finanzas
y
economía
en
el
portal
de
www.sabanalarga.org/id40.html
es
aportar
información
que
contengan
pautas
que
lo
asistirán
a
usted
y a
sus
hijos
para
que
adquieran
el
conocimiento
de
cómo
funciona
el
dinero,
y
desarrollar
esa
inteligencia
financiera
que
tanto
se
necesita
en
medio
de
este
mundo
de
crecientes
cambios
e
incertidumbre. Y de
esta
manera
hacer
que
el
dinero
trabaje
para
uno
y no
pasarnos
nuestras
vidas
trabajando
por
el y
con
deudas.
El
peligro
de los
jóvenes
endeudados
El
endeudamiento
ha
pasado a
ser como
la peste
negra de
los
tiempos
modernos,
ya que
carcome
lentamente
la
economía
de las
familias
y no les
permite
prosperar
en lo
material.
Lo
sorprendente
es cómo
este mal
también
afecta a
más de
un
tercio
de la
población
más
joven.
Según
una
encuesta
realizada
en Chile
por el
Instituto
Nacional
de la
Juventud
(INJU),
1.237.191
de
jóvenes entre 15
y 29
años
presentan
algún
nivel de
endeudamiento
en
nuestro
país, lo
que
corresponde
a un
33,18%.
A este
número
alarmante
hay que
sumar el
hecho de
que un
72% de
los
jóvenes
endeudados
utilizan
instrumentos
financieros
entre
los
cuales
las
tarjetas
de
crédito
de
multitiendas,
que son
conocidas
por sus
tasas de
interés
más
altas,
ocupan
casi un
70% del
uso.
Pese a
su
condición
juvenil
y a las
exiguas
fuentes
de
ingresos,
las
instituciones
financieras
han
definido
a los
jóvenes
como
clientes,
logrando
poner
sus
productos
en casi
la mitad
de la
población
joven
(48,4%).
La
primera
reacción
que
causan
estas
cifras
inéditas
es de
asombro
ante las
instituciones
financieras,
que
aparentemente
no
tienen
límites
para
ofrecer
sus
productos
y se
orientan
a los
estudiantes
universitarios
para
tener,
en un
futuro
cercano,
un
porcentaje
de
clientes
llamados
"profesionales
jóvenes".
Sin
embargo,
culpar a
las
instituciones
financieras
por el
estado
de la
morosidad
de
nuestros
jóvenes
es como
tratar
de
culpar a
las
malas
hierbas
por una
siembra
mal
hecha.
El
endeudamiento
juvenil
va mucho
más allá
de la
falta de
ética de
las
instituciones
financieras.
El
problema
de fondo
es la
educación
financiera
deficiente
de estos
jóvenes.
Además,
no es un
problema
inherente
al
sector
joven de
la
población.
La gran
mayoría
de los
adultos
también
demuestran
niveles
alarmantes
de
endeudamiento,
independientemente
de su
nivel de
educación.
Las
razones
de tal
endeudamiento
son
diversas,
y su
justificación
va más
allá del
propósito
de este
artículo.
Sin
embargo,
quisiera
referirme
a una de
las
razones
más
comunes
propias
de la
sociedad
consumista
actual:
el deseo
de
poseer
bienes y
servicios
que
tienen
un costo
superior
a su
nivel de
ingresos
y que ha
primado
sobre la
autodisciplina
y la
aplicación
de
sabios
principios
básicos
de
manejo
del
dinero.
Es
triste
ver cómo
miles de
jóvenes
comienzan
su vida
adulta
con la
carga de
una
deuda en
sus
vidas.
Especialmente
cuando
todo se
puede
hacer de
una
manera
tan
diferente
al
implementar
principios
básicos
de
manejo
de
dinero
que
deberían
ser
enseñados
como
parte de
la
preparación
básica
para la
vida de
cada
persona
joven.
Aprenda
a
controlar
sus
gastos
sin caer
en la
tacañería
ni dejar
sus
gustos a
un lado
Una
de las
principales
recomendaciones
de los
expertos
es hacer
un
presupuesto
familiar
real y
tener
claridad
mental a
la hora
de
comprar.
El
manejo
prudente
y
eficiente
de las
finanzas
personales
y
familiares
es
imperativo
en
tiempos
difíciles
como el
actual.
Por eso
a la
hora de
endeudarse
o
gastar,
tenga en
cuenta
los
consejos
de
expertos
como
Nelson
Ramírez
de la
Universidad
Sergio
Arboleda,
quien
aconseja
hacer un
presupuesto
y un
seguimiento
personalizado
a cada
peso.
"Mucha
gente
tiene
temor de
hacer un
presupuesto
y no
sabe lo
que
realmente
se
quiere.
Por
ello, es
primordial
seguir
tres
pasos
para
hacer un
presupuesto
acorde
con lo
que se
quiere
sin
llegar a
la
tacañería".
Lo
primero
que se
debe
hacer es
organizar
los
ingresos:
calcular
los
descuentos
que por
Ley se
hacen,
en
especial
a la
hora de
recibir
los
pagos ya
sea por
prestar
un
servicio
o
recibir
un
sueldo
de
nómina.
"Aquí lo
más
importante
es saber
el neto
que se
está
ganando",
agrega
Ramírez.
El
segundo
paso es
dedicarle
un
tiempo
para
analizar
los
gastos.
Es
aconsejable
hacer
una
lista en
orden de
importancia,
como el
pago de
arrendamiento
y
servicios,
para
posteriormente
darle
paso a
los
gastos
que casi
que se
convierten
en
suntuarios.
El
ahorro
es una
disciplina
para
pensar
en el
futuro.
"Hay que
tener en
cuenta
los
gastos
del
vehículo
y
también
se debe
pensar
en la
salud",
dice el
experto
en
finanzas,
quien
agrega
que
actuando
de
manera
inteligente
es
posible
ahorrar.
Luego de
analizar
los
ingresos
y los
gastos,
un
último
paso que
se debe
dar es
crear un
estado
financiero
personalizado.
"Es
importante
ver el
crecimiento
año tras
año. No
debemos
jugar al
debe, ni
tapar un
hueco,
destapando
otro. Se
debe
saber en
realidad
cuanto
es el
patrimonio
liquido".
"Tal vez
quienes
tienen
ingresos
modestos
no
pueden
ahorrar
tanto
como los
que
ganan
más o
tienen
ingresos
mayores,
pero lo
cierto
es que
casi
todos
tienen
la
capacidad
de
aumentar
sus
recursos
económicos
con el
tiempo",
precisa
el
experto
en
finanzas
de la
Universidad
Sergio
Arboleda.
Finalmente,
en el
taller
de
finanzas
personales
en el
marco de
Expoinversión
2009, el
experto
manifestó
que se
deben
tomar
medidas
para
atajar
las
'culebras'.
Esto
significa
que para
librarse
de las
deudas
hay que
tener en
mente
dos
preceptos
básicos:
nada de
aplazamientos,
ya que
se debe
iniciar
un plan
de
acción
inmediato
y tratar
de
finalizarlo
lo antes
posible.
Tampoco
se debe
ser
complaciente
con
ningún
gasto,
por
pequeño
que sea,
sobre
todo si
es
recurrente.
Todo lo
que
usted
debe
saber al
solicitar
un
crédito
de
consumo.
Cómo
evalúan
los
bancos
el
riesgo
de una
solicitud.
finanzaspersonales.com.co
La
forma en
que se
analiza
un
crédito
de
consumo
ha
cambiado
sustancialmente
en los
últimos
seis
años.
Hoy, la
mayor
parte
del
proceso
de
análisis
la
realizan
computadores
con
modelos
estadísticos.
La
aprobación
ya no
depende
tanto de
la
capacidad
de pago,
sino de
la
historia
del
manejo
de
préstamos
anteriores
y de
características
sociodemográficas
del
solicitante.
Así, la
amistad
con el
gerente
de la
sucursal
de un
banco,
que hace
años era
la llave
maravillosa
para
obtener
un
crédito
de
consumo,
tendrá
que
reservarse
para
mejores
propósitos.
Para
evaluar
los
créditos
de
consumo,
las
entidades
financieras
usan
tres
familias
de
datos:
la
historia
de
cumplimiento
en las
obligaciones
financieras,
las
características
sociodemográficas
del
solicitante
y las
condiciones
del
crédito
(monto,
plazo y
destino,
entre
otras).
Además,
verifican
la
capacidad
de pago
del
solicitante,
una
herramienta
que hace
seis
años era
virtualmente
la única
que
usaban
para
aprobar
o negar
un
préstamo,
y que
hoy es
apenas
un
pequeño
dato de
apoyo al
estudio.
La
mirada
al
récord
La
puerta
de
entrada
a los
créditos
de
consumo
son los
reportes
de las
centrales
de
riesgo
Cifin y
Datacrédito,
que
muestran
los
hábitos
de pago.
En
confianza,
los
bancos
admiten
que
difícilmente
les
otorgan
préstamos
a
personas
que
muestren
moras de
más de
90 días
en los
últimos
24 meses
y que es
todavía
más
complicado
para
quienes
presenten
moras de
90 días
en el
último
año.
Y
aunque
siempre
hay
posibilidades
de
apelar
la
decisión
aportando
datos
que
muestren
las
razones
de la
mora y
que los
convenzan
de que
no
ocurrirá
de
nuevo,
el
cambio
de
opinión
es
incierto
porque
los
bancos
tienen
evidencia
estadística
que los
induce a
actuar
de esa
forma.
No tener
historia
a veces
también
es malo.
El 20%
de las
personas
que
solicitan
préstamos
de
consumo
no tiene
registros
en las
centrales
de
riesgo,
un
factor
que
juega en
su
contra.
Los
expertos
recomiendan
pedir un
pequeño
crédito
que se
pague
oportunamente
para
generar
una
historia
con buen
comienzo.
Algunos
bancos
usan
datos de
empresas
del
sector
real,
como las
compañías
de
celulares
o de
televisión
por
cable
para
evaluar
los
hábitos
de pago.
En el
Banco de
Bogotá,
por
ejemplo,
los
retrasos
en las
cuentas
de
celular
son una
alerta
temprana
de
problemas
futuros.
Retrato
del buen
pagador
Otra
parte de
la
evaluación
toma
datos
que
parecerían
más
útiles
en una
entrevista
de
trabajo.
El
cliente
informa
su lugar
de
nacimiento,
edad,
estado
civil,
número
de
hijos,
lugar de
residencia
y entre
seis y
diez
variables
más con
las
cuales
conforma
un
perfil
personal
bastante
completo.
En una
especie
de
alquimia
matemática,
un
modelo
estadístico
convierte
las
características
personales
en una
cifra:
la
probabilidad
de que
una
persona
cumpla a
tiempo
sus
obligaciones.
Este
proceso
se
conoce
como
scoring
de
crédito
y es,
junto
con los
reportes
de las
centrales
de
riesgo,
el
corazón
del
procedimiento
de
aprobación.
En la
actualidad,
cerca
del 95%
del
millón y
medio de
créditos
de
consumo
para
personas
naturales
que se
tramitan
al año
se
evalúa
con
scoring.
Los
bancos
ya
tienen
suficiente
experiencia
para
identificar
quiénes
son sus
mejores
clientes.
Un grupo
de
bancos
consultados
por
dice,
por
ejemplo,
que los
antioqueños
pagan
bien, lo
mismo
que los
médicos
y los
empleados
del
sector
financiero.
Que el
género y
el
ingreso
no
importan:
ni las
mujeres
ni los
ricos
son más
juiciosos
en la
atención
de sus
acreencias
de
consumo.
La
verificación
de
referencias
personales
se usa
para
comprobar
las
características
sociodemográficas
del
solicitante.
Los
expertos
recomiendan
no ser
imprecisos
y menos
tratar
de
acomodar
alguna
mentirita
blanca
en estos
datos,
porque
son una
de las
mejores
razones
para
suspender
el
estudio.
Los
computadores
y
probabilidades
son
ideales
para
este
análisis
porque
agilizan
el
estudio.
Hace
seis
años,
una
solicitud
se
aprobaba
en una
semana y
hoy en
24
horas.
Además,
estandarizan
el
método
de
aprobación
para que
no
dependa
del buen
o mal
genio
del
analista
o del
gerente.
El banco
solo
tiene
que
decidir
el nivel
de
riesgo
que
quiere
tolerar
y
descabezar
las
solicitudes
que lo
superen.
Según un
funcionario
del Bancafé,
el
sistema
financiero
colombiano
aprueba
créditos
cuando
el score
(probabilidad
de
incumplimiento)
no
sobrepasa
el 20 ó
30%.
Destino
del
crédito
Los
scorings
más
sofisticados
consideran
el
destino
de los
préstamos.
Se ha
visto
que la
gente
paga
mejor
los
préstamos
de
consumo
cuando
se trata
de cosas
importantes.
Así,
cancelan
con más
oportunidad
los de
vehículos,
educación,
salud,
muebles
y
electrodomésticos.
En
cambio
pagan
mal
cuando
se
financian
vacaciones,
viajes,
bienes
suntuarios
y
motocicletas.
Pero hay
una
categoría
peor.
Los
préstamos
que
entran
en mora
con
mayor
facilidad
son los
que no
tienen
una
destinación
específica
("otros
destinos")
o se
emplean
para
refinanciar
pasivos.
En esas
operaciones,
los
clientes
pueden
esperar
una
respuesta
más bien
fría de
los
banqueros.
La
capacidad
de pago
La
capacidad
financiera
del
solicitante
es el
último
factor
que los
computadores
evalúan.
Con el
monto de
los
ingresos,
de las
cuotas
de
créditos
ya
contratados
y el
número
de
personas
a cargo,
se
estima
el
dinero
que
queda
disponible
y el
préstamo
se
aprueba
si lo
disponible
supera
el monto
de la
cuota
del
crédito
solicitado.
Otros
bancos
aprueban
cuando
el pago
de deuda
no
supera
el 60%
del
ingreso,
como
máximo.
Pero la
capacidad
de pago
no
siempre
es un
factor
favorable.
Los
modelos
demuestran
que
cuando
el
disponible
supera
en más
de 10
veces el
valor de
la cuota
de
crédito
que
solicita,
aumenta
la
morosidad.
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