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Cinturón de seguridad

Por el bien de su vida,  úselo correctamente 

Conozca por qué y cómo este importante aditamento debe ser utilizado siempre

En términos de preservación de la buena salud,  abrochar el cinturón de seguridad apenas se toma asiento en un automóvil es una costumbre que resulta obvia. Los indicadores de salud pública señalan que los niveles de accidentalidad y mortalidad son más que escandalosos porque muchas personas no se protegen:

 Conducen alicoradas,  excediendo los límites de velocidad,  irrespetando normas de tránsito elementales e incluso considerando que los cinturones de sus vehículos son simples elementos decorativos.

¡Por eso es importante que usted mantenga abrochado su cinturón de seguridad!,  aún si su automóvil está equipado con el moderno “airbag”,  pues este sistema sólo funciona adecuadamente cuando el cinturón está instalado en su cuerpo.

Entre las primeras recomendaciones de los expertos,  está la de no utilizar el cinturón manteniéndolo holgado,  tanto si el usuario es una señora embarazada como si no lo es,  pues este aditamiento  está diseñado para proteger a los ocupantes de los automóviles desde el primer instante en una colisión y,  para que eso ocurra,  es necesario que esté en contacto directo con el cuerpo,  sin holguras y con la presión generada por su mecanismo de recogida.

Si se mantienen holguras,  en el caso de producirse una colisión frontal se experimenta un primer impacto contra el propio cinturón que puede ser  origen de serias lesiones en el tórax y abdomen.

Si además el sistema de cinturones de su vehículo está equipado con pretensores, la holgura del cinturón puede anular sus adicionales efectos de protección. Y más aún,  como ya se dijo,  si el vehículo está equipado con “airbag”,  el incorrecto uso del cinturón podría hacer que la cara del ocupante entrase en contacto prematuro con el “airbag”,  cuando éste aún no estuviese desplegado del todo,  pudiendo ser origen de graves lesiones.  

Física y accidentalidad

Para entender la importancia del adecuado uso de los cinturones de los carros,  veamos lo que ocurre un segundo después de que un automóvil que se desplaza a 80 kilómetros por hora choca de frente con un objeto sólido: En la primera décima de segundo el parachoques y la parrilla delantera se desprenden.

En la segunda décima de segundo la tapa del capó se destroza,  se levanta y pega contra el parabrisas,  al tiempo que las llantas traseras se levantan del pavimento. Simultáneamente los guardafangos se envuelven alrededor del objeto sólido.

Aunque la carrocería se ha detenido,  el resto del carro todavía va a 80 kilómetros por hora. El instinto hace que el conductor tensione sus piernas contra el choque,  las cuales estallan por las articulaciones de las rodillas.

En la tercera décima de segundo el timón empieza a desintegrarse y la columna de éste apunta hacia el pecho del conductor. En la cuarta décima de segundo dos cuartas partes de la porción delantera del auto quedan ya destruidas,  mientras que la trasera todavía se mueve a 56 kilómetros por hora. El cuerpo del conductor todavía viaja a 80 kilómetros por hora.

En la quinta décima de segundo el conductor es empujado sobre la columna del timón y la sangre invade sus pulmones. Hacia la sexta décima de segundo el impacto ha llegado al punto en que a los pies del conductor le son arrancados de sus zapatos,  que seguramente están bien arruinados.

El pedal del freno se parte. La carrocería se dobla en el medio. La cabeza del conductor se estrella contra el parabrisas a medida que las llantas traseras aún están volteando y caen nuevamente sobre el pavimento.

En la séptima décima de segundo las bisagras se sueltan y las puertas y los asientos salen despedidos contra el conductor desde la parte trasera. Las sillas que golpean al conductor no lo molestan porque él ya está muerto. ¿Entiende ahora por qué es imprescindible que todos los ocupantes de su carro usen el cinturón de seguridad?

Si bien es una verdad vital que la falta de uso de los cinturones de seguridad atenta contra la vida,  esa es una decisión consciente que toman miles de conductores y pasajeros adultos,  pero desafortunadamente,  con frecuencia los niños son las victimas involuntarias de este comportamiento.

Los cinturones de seguridad mantienen a las personas en su lugar. En  un accidente los pasajeros que no tienen abrochados los cinturones de seguridad se proyectan hacia el punto del impacto,  chocando con todo lo que se encuentre en su paso,  con impactos de muchas libras de fuerza y puede ser fatal el salir despedido del automóvil.

En un choque,  los pasajeros que salen despedidos del automóvil tienen 25 veces más posibilidades de perecer.

En caso de altas velocidades,  al conducir de noche o en mal tiempo,  muchos pasajeros se abrochan el cinturón de seguridad,  pero el hecho es que la mayoría de las muertes ocurren en días soleados,  sin lluvia,  a velocidades inferiores a las 60 kilómetros por hora y a menos de 20 kilómetros de la casa o el trabajo.

Recuerde que hay muchos conductores que no tienen su vehículo bajo control,  que han bebido demasiado,  que no han dormido lo suficiente,  que no vieron cambiar el semáforo y usted no puede controlarlos.


Evítese contratiempos

De acuerdo con el Código Penal vigente,  cada una de las victimas de accidentes de transito o sus familiares pueden reclamar hasta 286 millones de pesos por indemnización integral que incluye la muerte o lesión de las personas,  daños a terceros y daños morales.

Por eso,  antes de sentarse al volante de su carro sea consciente de la responsabilidad que usted tiene y de las consecuencias que puede generar una conducta imprudente que también incluye su ruina económica e incluso la cárcel,  además de estar obligado a responder por los daños al peatón,  al conductor o al pasajero del vehículo que usted choque.

En los casos que el accidente involucra conducción bajo los efectos del licor el asunto empeora,  porque el responsable no tendrá el beneficio de libertad provisional e irá de inmediato a la cárcel. Este agravante también se aplica a aquellos que manejen bajo el influjo de drogas o de sustancias que produzcan dependencia síquica o física y a quienes abandonen injustificadamente el lugar de los hechos.

Antes,  los procesos civiles y penales duraban muchos años,  lo cual permitía a los causantes de accidentes de transito declararse insolventes para evadir el pago de los daños. Con el nuevo Código Penal las cosas cambiaron.

La acción civil puede tramitarse simultáneamente con el proceso penal y el juez penal puede decretar el embargo del vehículo y de los bienes del conductor para garantizar la reparación de los daños materiales y morales de la victima.

Definitivamente hay que tener cabeza fría,  ser prudente,  y sobre todo,  usar el cinturón de seguridad: Creación del ingeniero suizo de naves aéreas Nils Ivar Bohlin,  quien ha salvado miles de vidas desde su introducción en 1959.

 


 

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